Preparaciones con un toque de amor
El día
anterior dejó las lentejas en remojo y el mote con huesillo al frío. El día de
la venta coló las legumbres. Picó cebollín, pimentón rojo y verde. Le agregó
comino, sal, ajo y una pizca de harina. Trituró los ingredientes y los puso en
un sartén para dar forma a la hamburguesa vegana. Rellenó el pan con la
preparación más lechuga y tomate. Envolvió los productos y puso la palta molida
y con los cuescos en un recipiente “para que no se oxide”, fue su secreto.
Trituró la
fruta para los jugos naturales y luego lo distribuyó en botellas que guardó en
uno de los cooler. Al fondo, puso unos globos llenos de agua congelada para
mantener la temperatura fría y así contrarrestar el calor. Un encuentro de yoga fue convocado en la
Universidad de Concepción y Joselyn Sanhueza Chávez estaba a un costado de la
actividad para ofrecer mote con huesillo y jugos naturales a $700, además de
las hamburguesas veganas a mil pesos.
“Está súper
rica”, dijo una clienta. “Que bueno. Que la disfruten”, respondió Joselyn
mientras nos contó su historia. “Dejé la carne por los animales”, empezó a
relatar. Porque le gustan, no siente que sean inferiores a los humanos y
descubrió que podía alimentarse de productos que no tuvieran carne. “Siempre
estuvo en mi dejarla pero no lo hacía porque no sabía cocinar algo diferente”
dijo.
¿Por qué
comida vegetariana?
Desde el 2012 aproximadamente, decidió emprender un camino de conocimiento donde fue recolectando recetas por internet. Si probaba algo que le gustara, buscaba cómo prepararlo y experimentaba cocinando en casa. Compartía los resultados con familiares y amigos. “Creo que me queda casi todo bien porque me gusta cocinar y lo hago con amor” expresó. Ante los resultados culinarios positivos, sus cercanos la incitaban para que vendiera los alimentos que preparaba.
“No iba a
vender carne si no como carne” obvió, por lo que además de recolectar recetas
por internet, realizó un curso de comida vegetariana y vegana con una comunidad
Hare Krishna, quienes impartieron un taller por medio semestre. Aprendió a
hacer hamburguesas veganas, gluten, humus de garbanzo y salsas entre otras
preparaciones. Desde 2016, vende empanadas integrales, queques de zanahoria,
jugos naturales, mote con huesillo, hamburguesas, almuerzos; como pastel de
papa y charquicán, que suele vender en unas cuantas horas.
A veces, sus
amigos y clientes la llaman o envían mensajes para poder disfrutar de sus
preparaciones. Sin embargo, acepta que si tuviera un carro para ofrecer sus
productos, la gente podría identificarla y así ampliar el número de clientes. Y
mirando más allá “sería un sueño tener un restaurante”. Pero las ganas van más
allá, porque además de tener amor por la gastronomía saludable y vegetariana,
Joselyn abraza cada oportunidad de viaje para conocer el mundo. Por esto, para
ella sería aún mejor que su local soñado tuviera ruedas, y así ofrecer su
gastronomía, conocer personas, culturas,
lugares y vivir cada rincón del mundo que sea posible.
Stephanie Moris
Stephanie Moris

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